El gran día de precepto para los feligreses y no feligreses, lo conforma el 2 de Febrero de cada año, con la celebración de las fiestas patronales en homenaje a la Virgen de la Candelaria, oportunidad en la cual se aprecia una manifestación folklórica de singular importancia, como lo es la danza de los "Vasallos de la Candelaria".
Este elemental patrimonio del pueblo, constituye una agrupación exclusivamente de hombres, jovenes y niños, oriundos del pueblo y sus alrededores, que danzan por la devoción y fé a la virgen, y así le dan las gracias por los favores concedidos, le ofrecen promesas para ser beneficiados con un favor o milagro, y no importando el lugar donde el vasallo se encuentre, él debe abandonar todo para danzar desde el inicio de las fiestas patronales.
Esta manifestación, tiene su origen a principios del  siglo pasado, aunque algunas personas del pueblo coinciden en que se realiza desde hace más de 120 años.
Se forman en dos filas que se enfrentan y ejecutan las danzas que representa las diferentes fases del trabajo agricola:
"La Tumba", La Siembra", "El Aporque"," Palito al hombro" y "El mono y el Chivo".
Todo bajo la escrutadora mirada del Capitán. Don Andrés Altuve, quién desde hace 63 años anda cumpliendo con su devoción a la Virgen de la Candelaria.